Brenda Delfín se quitó la pereza
botas calzadas partió a la aventura
su pie le dolía, tenía la piel dura
rápidamente limó su aspereza.
Con la brocha en mano, Brenda adereza
trazó hojas flotantes que el viento apura
fregoteó sus pies en el agua pura
y todo lo suyo, oliendo a cereza.
Quitaron pinzas lo que hubo sobrado
tijeras llegaron, quisieron cortar
aquel residuo con sumo cuidado.
Suspiro profundo casi al terminar
sonrió ella, fausta, por el resultado
ya sólo le queda esperar y secar.